Por fin llega la Navidad. Si. Esa época del año de reencuentro familiar y de amistades. Pero de nuevo, bajo el fantasma de la Covid. Cuando todos creímos al Gobierno con que la vacuna nos devolvería a la normalidad, los virólogos nos advierten de que una nueva cepa, esta vez denominada ómicron, la décomoquinta letra del alfabeto griego (habiéndose saltado la Nu y la Xi) es especialmente virulenta y de fácil propagación.
Si los efectos sanitarios de esta nueva cepa podrían resultar muy perjudiclaes -pese a la vacuna…- de los efectos socioeconómicos ni hablamos. En esta línea sólo comentar que España, con su digamos desacertada gestión de la pandemia, se ha colocado en el primer lugar del «índice de miseria» de la Eurozona» con la peor situación económica de los últimos 30 años. Este índice, diseñado pr Arthur Okun, un prestiogioso profesor de la Universidad de Yale, combina desempleo e inflación y en esto parece que somo unos campeones, sólo por detrás de Brasil y Turquía entre los paises desarrollados.
En el caso de España el terrible peso del desempleo, con un 14,57% de la población activa de brazos cruzados, tiene mucho que ver, aunque en inflación tampoco vamos a la zaga, con un índice del 5,6%. La escandalosa subida de la luz y el carburante, que afecta al precio de todo, es también motivo para ocupar esa deshonrosa posición. Y muchos dirán que se debe a facytores exógenos frente a los que el Gobierno poco o nada puede hacer. Pero la verdad es que mientras España tiene un índice de 20,17 en la escala comentada, nuestro vecino Portugal lo tiene de 7.9, mejor que el de casi toda Europa. Es decir, la gestión sí tiene mucho que ver en la situación que nos encontramos, aunque el Gobierno nos venda que estamos en la senda de la recuperación y que somos un referente europeo. Desde luego, si lo somos, es en el manera de cómo no se deben hacer las cosas.
En todo caso, quiero terminar este último editorial del año en tono positivo transmitiendo la confianza en que el talento y buen hacer de los españoles tienen sobrada capacidad para hacernos salir de esta situación. Ese es mi deseo estas Navidades para los reyes magos.
